viernes, 20 de junio de 2014

Sobre Guerra en el paraíso




A considerar…

Si bien en el siglo pasado México transitó de guerras armadas y traiciones constantes entre individuos y grupos ansiosos por el poder, es en la segunda mitad, cuando el México “institucional” –dirigido a capricho y enfermedad del presidente en turno- demostró ser una maquinaria voraz, capaz de intimidar, torturar, violar, desaparecer, confundir, timar, y orquestar las más burdas y cínicas escenas criminales a fin de hacer evidente que la justicia no es posible en un sistema infestado de corrupción, influencias, favores y amiguismo.

Los jóvenes y su rebeldía e irreverencia junto con los grupos indígenas fueron los principales blancos. Los más vulnerables. Unos por hablar en voz alta, otros por hablar idiomas otros que no eran comprendidos ni formaban parte del plan oficial ni el proyecto de “desarrollo de la nación”.

Las represiones y masacres estudiantiles del 2 de octubre de 1968 y el 10 de junio de 1971 marcaron momentos trágicos para la historia mexicana. Las guerrillas de las décadas de los 60 y 70 se sumaron al contexto de disgusto e inconformidad de distintos sectores de la sociedad, quienes no encontraban respuesta a diversas exigencias sociales que con el tiempo sólo se irían acentuando. Lucio Cabañas fue uno de los líderes que encabezó una guerrilla en la Sierra de Guerrero a principios de los años 70. La “guerra  sucia” se desataba.

Del autor…
“México vive en un estallido constante, en el que la pobreza, la inestabilidad, el desempleo, la desnutrición, el crimen organizado están armando un país indeseable para todos; en 2010 solamente pueden empeorar las cosas”.
Carlos Montemayor

Es curioso notar que a pesar de haber nacido en Parral, Chihuahua se interesara por los acontecimientos y las problemáticas sociales que han caracterizado el sur de nuestro país, en estados marcados severamente por la pobreza como Guerrero, Chiapas y Oaxaca. Seguramente la variedad de lenguas, estilos de vida y cosmovisiones que se mezclan ahí eran el imán que atraía a Montemayor a voltear la cabeza hacia estas coordenadas y lo inspiraban a escribir tan reiteradamente sobre estas realidades.

La Universidad Nacional Autónoma de México influiría también en su compromiso y convicción humanista. Estudió Derecho y posteriormente una maestría en Lenguas Iberoamericanas justamente en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Realizó estudios orientales en el Colegio de México. Sabía hebrero, griego y latín, además de dominar el inglés, italiano, francés, portugués y lenguas mayas contemporáneas.

Fue profesor de la UNAM y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). En agosto de 1984 fue elegido miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, Correspondiente de la Real Academia Española y miembro del Consejo Científico Internacional de la Asociación de Archivos de la Literatura Latinoamericana, del Caribe y África del siglo XX. Además fue acreedor de diversos e incontables premios. Fue ferviente promotor y amante de la literatura escrita en nuestros idiomas, además claro, de un ejemplar activista político y luchador social.

Sobre Guerra en el Paraíso

Sé que el caso está a punto de terminar, que no podrá resistir más tiempo Lucio Cabañas. Pero hay accidentes, coronel, accidentes de la razón, o de la teoría. A esos me refiero ahora. Yo no estoy diciendo que Lucio sea un héroe. Pero si afirmo que la lucha de un pueblo es un accidente, o puede ser un accidente para un Estado. Para un gobierno que se niegue a creer que él mismo no es la razón del pueblo. Es una trampa de la historia. El enemigo es sólo enemigo para un ejército, coronel. Pero en la historia es algo más: invasor, defensor, héroe, alguien que destruye o defiende. En esa lucha estamos con las manos atadas. Los pueblos pueden tener razón o no, pero son el pueblo que debemos sofocar, controlar como lo estamos haciendo.

Guerra en el Paraíso, pág. 350. Editorial Planeta.

Si bien, hasta poco antes de su muerte (2010) este libro fue considerado por el propio autor como el mejor logrado, una enorme e insuperable novela, Las Mujeres de Alba (2010) es “oro molido”, señaló el mismo Montemayor antes de morir como lo relatara su editor, Jesús Anaya Rosique y su viuda Susana de la Garza.
Guerra en el Paraíso es el relato trágico de la guerrilla encabezada por Lucio Cabañas en la Sierra de Guerrero. Lucio fue un maestro rural con formación política – además su abuelo paterno había sido zapatista- quien decide organizar a los campesinos de la comunidad ante los atropellos y robos de una compañía maderera que usurpada sus recursos cerca del municipio de Atoyac y así poder reivindicar sus derechos sobre los bosques. 

En una manifestación pacífica en la Plaza Cívica del municipio de Atoyac los judiciales provocan un enfrentamiento obligando a Lucio a huir e internarse en la Sierra Guerrerense.

Durante la persecución y el desarrollo es evidente no sólo el enfrentamiento entre el movimiento campesino y las autoridades encarnadas en el ejército. Al interior del propio movimiento existen otras luchas, entre aquellos que viven y organizan día a día el movimiento armado, sobreviviendo, escondiéndose y dándose tiempo para planear próximos movimientos; y otros de corte más “académico” y “teórico” que intentan “instruir y formar” ideológicamente a los campesinos. Dos realidades y concepciones chocan, lo que dicen los libros que debe ser una revolución, y la realidad y el día a día de vivir una.

Por otro lado, dentro del ejército y el gobierno también existen contradicciones, entre aquellos que siguen órdenes sin cuestionar a los mandos superiores, y otros más que se preguntan si las acciones no van justamente en contra de lo que debería ser su principal objetivo, el bienestar del pueblo. Si un poblado está organizado y levantado contra el actual sistema, y si de esos pueblos rurales son originarios principalmente los soldados que integran el ejército, ¿no están éstos luchando contra sus propias familias, contra su propia gente, contra sus propias raíces?


La reflexión es compleja y de diferentes matices, contar la Historia de un país como México quizá sólo es posible a partir de la ficción, esa que se vale de datos y nombres reales pero debe seguir denominándose novela. 

Links entrevista a Carlos Montemayor, Canal 22:



Fuentes:
·         Montemayor, Carlos (1991). Guerra en el Paraíso. Ed. Planeta-Conaculta. Colección: Narrativa Mexicana Actual. México.

martes, 17 de diciembre de 2013

El Ladrón de Bicicleta. (1948, Italia, Vittorio de Sica)

El Ladrón de Bicicleta (Ladri di biciclette ) del italiano Vittorio de Sica, salió a la luz en el año de 1948. Marcada evidentemente por la crudeza y supervivencia que caracterizaron la vida del periodo de posguerra, es uno de los mayores íconos, si no es que el principal, del neorrealismo italiano. Mientras en otras partes del mundo la industria del cine se empeñaba en mostrar historias embellecidas de romance, actrices con maquillajes perfectos y vestidos de revista, el neorrealismo ponía el acento en mostrar en el celuloide una vida franca, cruda, con situaciones que evidenciaban un mundo devastado por la guerra, la crisis y el desempleo, además de protagonistas que no eran actores o actrices profesionales.

Trailer:



El neorrealismo de de Sica, busca pues, una veracidad que sólo es creíble a partir de una historia sencilla que logra un discurso visual atractivo con contrastes sociales, como la escena en la cual, el protagonista, Antonio Ricci (Lamberto Maggiorani) entra a comer a un restaurante después de un día agitado en buscar la bicicleta sin éxito. El hijo, Bruno (Enzo Staiola), observa reiteradamente en la mesa siguiente la abundancia, mientras el padre le aclara que esa es una vida que dista mucho de su realidad, sin embargo, lo invita a disfrutar por el momento del lujo que se dan, con la intención de disminuir la impotencia de la bicicleta robada y la terrible desesperación de ambos. 

Otro gran momento de la cinta, lo tenemos en la escena en la que, Antonio Ricci sentado sobre la acera, frustrado, buscando cómo recuperar su herramienta de trabajo, la bicicleta, ve pasar un grupo de ciclistas en ruta. El momento contrasta la necesidad de uno, mientras nos muestra el paso del sólo gusto por practicar el ciclismo, de los otros. Los abismos de las clases sociales. La desesperación por llevar un sustento al hogar. La crudeza de una realidad que por momentos, casi sin darse cuenta, descuida los valores que se transmiten a los pequeños de la familia, por la simple prioridad de alimentos.

La cinta, basada en la novela Ladri di biciclette de Luigi, de la cual Cesare Zabattini y Suso Cecchi D'Amico adaptan el guión para llevarlo a la pantalla de la mano de Sica, nos muestra la cruda dinámica de la pobreza y la delgada línea entre ser un héroe o villano para la familia. 

Película completa online: