Desde algún lugar de Berlín...
Hasta algún lugar de China...
Hay quien
piensa
que la
eternidad no es para siempre
que las
arrugas llegan y el amor termina
y que las
casas comienzan a oler a guardado.
Piensan que
el tiempo es lineal
Que va de
“A” a “B” indistintamente.
Y que un
día, en la soledad
llega el
ocaso.
Es evidente
que no han visto una flor
ni a un
invierno dar paso a la primavera.
Como si la
luna y el sol no estuvieran ahí
el uno por
el otro, el uno con el otro.
Pensar que
la eternidad no existe
es como
pensar que uno vive sin pasado y sin futuro.
Si supieran
que nuestra eternidad se forma
con las
risas del pasado y los sueños del presente
Que vivimos
en el futuro, descarados y atrevidos.
No es
casualidad que ahora se vendan
tantas
pastillas para la depresión,
que a los
niños se les sobre indique
y que a los
ancianos se les quiera dormir pronto.
Pienso
contundentemente que la eternidad existe
en
espirales de ida y vuelta
En un
vaivén que pocos se atreven a elegir.
Yo sé, las
cuentas ahí están
y luego los
padres que reclaman títulos,
los
conocidos preguntan por logros
y los
anuncios bombardean una “vida digna clase A”.
Pero
insisto, creo que la eternidad existe
porque has
estado aquí desde antes de venir,
porque
vamos al pasado, regresamos al presente
y nos
dormimos una que otra noche en el futuro
y hasta
ahora, ya después de tantos años,
seguimos
aquí, juntos, tremendamente juntos.
Que
aburrido sería pensar que la vida empieza y termina
y que el
amor no puede durar más de 30 o 40 años
que no me
puedo enamorar de ti diez o treinta veces más.
Que uno se
pierde enterrado en una tumba.
Por eso,
hace más de 200 o 300 años que existimos
para
probarnos que en la eternidad también hay niñez
o vejez, da
igual.
Si Dios, el
Quijote, mi abuela,
Borges o
mis compañeros de primaria
hubieran
muerto el día que los dejé de ver,
no tendría
la libertad que tengo.
Si mis
hijos, esas bodas de mole, mi telescopio
o el libro
que aún no escribo no fueran a existir,
no tendría
la esperanza que tengo.
Por eso
creo firmemente que la eternidad existe
contigo a
mi lado,
mientras
siga habiendo fríos y calores
noches
menguantes, llenas o crecientes
y días
soleados, nublados o lluviosos.
Por eso
creo firmemente que la eternidad existe
contigo a
mi lado.
JCML