martes, 21 de septiembre de 2010

Campaña anti alcohol jajaja

AUNQUE USTED NO LO CREA, SUCEDIÓ EN EL AÑO 1919.
LA FOTO QUE VIENE A CONTINUACIÓN, MOSTRABA UNA CAMPAÑA A FAVOR DE LA PROHIBICIÓN DEL ALCOHOL EN  ESTADOS UNIDOS EN EL AÑO 1919.  
UN GRUPO DE MUJERES INDIGNADAS, SOSTIENEN UNA PANCARTA EN LA QUE SE PUEDE LEER:

"AQUELLOS  LABIOS QUE PRUEBEN EL ALCOHOL,  NO PROBARÁN LOS  NUESTROS."

Y con tanto que provocan, seguro que la campaña tuvo éxito.

Cada quien grita como quiere...

Pasó "el punte", el más grande que recuerdo, la verdad es que fue una de las semanas de más fiaca que he tenido en los últimos años. El disco rayado del Bicentenario no sé a ustedes pero a mí ya me tiene aburrido. En verdad que esta euforia de lo MEXICANO, así con mayúsculas como lo pretenden escribir en estos días instituciones y empresas no logra convencerme. Los pueblos originarios e indígenas que se pretendió mostrar como nuestra gran riqueza en el mentado desfile me irritó sobremanera, es decir, por un lado, se pisotea a diario a estos pueblos, sus tierras, sus costumbres, sus derechos y el respeto que merecen; y por otro, los exhiben en mostradores en desfiles. Siguen con la represión en Chiapas, siguen impunes los crímenes y violaciones en Atenco, y los índices de pobreza cada vez aumentan más.

No entiendo bien a bien a todos aquellos que corean los gritos de presidentes espurios, y de gobernadores delincuentes. No entiendo si somos concientes que el Estado laico que pretendió Juárez 50 años más tarde del inicio de Independencia sigue sin ser una realidad, cuando en Guanajuato se permite la quema de libros de la SEP por presentar los temas de la reproducción sexual, el cuerpo y órganos sexuales. Cuando personajes de la iglesia promueven abiertamente incidir en las decisiones políticas de sus creyentes y entran frontalmente en disputas con funcionarios públicos por ello.

No entiendo un país que tiene la mitad de su población en índices de pobreza, la mitad de sus jóvenes sin educación ni empleo (ninis), índices de violencia y muerte tan altos, índices de criminalidad como nunca en la historia - en todo el país-. Sigo sin entender que hay que festejar cuando los enemigos de la libertad de prensa siguen matando con armas o con complicidad el derecho a estar informados.
Disculpen pero mi grito sólo pudo ser: ¡"Qué chingue su madre calderon -así con bajas-, que chingue su madre"!